domingo, 20 de noviembre de 2016

Parte Literaria

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

Cuando nos quitan todo lo que tenemos, lo que queda al final es nuestra existencia al desnudo, claro que no de manera literal como en el libro, pero en algún momento se siente así. Este libro habla de la realidad que vivieron muchas personas que llegaron a dudar del sentido de la vida, que ya no sabían que esperar y a las que la fe llegaba a ser muy escasa. Viktor Frankl describe su propia vivencia en un campo de concentración en la II Guerra Mundial. Todo lo que nos dice aquí nos ayuda a pensar cómo es nuestra vida, a profundizar en cómo si lo que está a nuestro alrededor nos puede afectar psicológicamente, en qué manera les afectó a todas las personas que sufrieron en los campos de concentración. Muchas cosas nos las tomamos a la ligera y hemos materializado mucho la vida, pero ¿Qué pasaría si lo perdiéramos todo?

Frankl cuenta cómo psicológicamente cada uno de sus compañeros iba siendo afectado psicológicamente desde el primer día que llegaron a Auschwitz, incluyéndolo a él. Con el paso de la lectura y su descripción se va entendiendo cómo las personas el maltrato físico va afectándoles lo psicológico con cada insulto, con cada golpe; y al final el cuerpo puede sanar más rápido, pero la mente guarda muchas cosas que a la larga afectan más. En la parte teórica puse varios términos que describen cómo todos van siendo afectados poco a poco y es increíble como un hombre puede llegar a tratar a otro de esta manera tan cruel. Llega un momento que se describe cómo el maltrato físico y psicológico afecta tanto a los presos; un día los guardias de seguridad les dicen a todos que ellos trabajan menos tiempo al día que un obrero de profesión y aun así no lo hacen tan bien, pero la verdad es que los obreros de profesión no comen tan mal como ellos y al terminar un día laboral llegan a su casa a descansar, mientras ellos son tratados mal, obligados a dormir unos encima de los otros y no tienen nada más que piojos en la cabeza. Esto me dejo pensando mucho; lo comparé con la vida cotidiana, claro que no con igual grado de magnitud, pero me di cuenta que a todos nos puede pasar algo parecido. Por ejemplo en el colegio, nuestros maestros y/o padres nos exigen que hagamos todo de manera perfecta: ser buenos en matemáticas, en lenguaje, en artes, en deportes, tener una actividad extra, ser buenos alumnos/hijos, hacer todas nuestras tareas, ayudar en la casa y dormir 8 horas; piden todo esto ya que han visto que otras personas lo han hecho, sin pensar que todos somos diferentes y que si tenemos algún problema en casa o en el colegio, esto nos afecta psicológicamente y al final no es tan fácil cumplir ni la mitad de las tareas. No se puede comparar a un trabajador de un campo de concentración con un obrero de tiempo completo, simplemente no se deben de comparar a las personas en ningún sentido. 

Todo el proceso que vivió Viktor Frankl es increíble, se dio cuenta de muchas cosas y varias personas que tenían cargos más altos que él se encariñaban con él, pero a pesar de las oportunidades que tuvo de escaparse o de salir de una lista, sabía que debía dejar actuar al destino y no podía abandonar a sus amigos, con los que había pasado tanto tiempo. Al final, cuando los liberaron a todos quedan en una especie de shock, no están seguros si es verdad lo que está pasando, no saben qué hacer, porque después de soñar tanto en ese día y perder las esperanzas de que pasaría, no saben qué hacer ya que saldrían, pero sin la menor idea si encontrarán a sus esposas, a sus familias. Yo me pongo a pensar que todos muchas veces hemos pasado por este estado de shock, yo en lo personal lo tuve de una manera más grande dos veces, el día que le diagnosticaron cáncer a mi papá y el día en que terminó su tratamiento y dijeron que ya estaba curado. Es difícil llegar a hacerse la idea de algo impactante, de algo que no sabíamos ni pensábamos que iba a llegar a pasar algún día. Me dejó reflexionando también cómo muchos de los sobrevivientes al final entran en un pensamiento de que por haber tenido que aguantar todo lo que pasaron, ahora ellos tienen derecho a hacer lo que quieran. Muchas personas (hasta yo en algún momento de mi vida) tienen este pensamiento, esa creencia de que por haber sufrido ahora los demás merecen un sufrimiento por otra cosa o que simplemente deben de aguantarse ya que tienen derecho sobre ellos. Es un mal pensamiento/excusa que tienen las personas y no debería ser así, todos sufrimos algo, pero eso no significa que tengamos derecho sobre los demás. 

La verdad me gustó mucho el libro, tiene muchas cosas más para pensar y la psicología de Viktor Frankl es muy buena, es la segunda vez que lo leo y puedo decir que es uno de mis libros favoritos. 

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